Cowes Week. Mil barcos, cuarenta salidas por día de regata, un estrecho de agua de apenas unas millas de ancho entre la Isla de Wight e Inglaterra. El Solent separa la Isla de Wight de la costa Sur de Inglaterra. Además de ser la cuna de la vela, es una de las zonas de tránsito marítimo comercial con más tráfico del mundo, y durante ocho días cada año a principios de agosto, la Regata Cowes week hace que esas aguas estén aún más congestionadas.
Tal como nos muestra este interesantísimo vídeo, la seguridad es una de las tareas más complicadas en la organización de esta regata. Los organizadores colaboran con el control marítimo del Solent y de los puertos de Southampton y Portsmouth para coordinar las salidas de las regatas con las entradas y salidas de petroleros, mercantes, cruceros y ferrys.
El pasado año tuve la oportunidad junto a un grupo de buenos amigos de asistir a la Cowes Week y te quedas absolutamente impresionado con el número de barcos que hay en el agua. Barcos rápidos, lentos, profesionales, amateurs, y cientos de espectadores. La seguridad es lo más importante. Todos con los chalecos a partir de 15 nudos de viento, y en las instrucciones de regata hay muchas cosas curiosas y diferentes a lo acostumbrado para minimizar riesgos. Por ejemplo si cometes una infracción o tocas boya, está prohibido hacer giros para autopenalizarse. Lo declaras y te aplican un porcentaje de tu tiempo. Parece raro, pero cuando navegas allí y llegas a una boya con trescientos cruceros tomándola, te das cuenta de lo inteligente de la norma.
El vídeo es muy interesante, especialmente en el minuto 05:25 donde empieza la secuencia donde un mercante se lleva por delante a un velero. Nosotros estábamos a sotavento del mercante lo cual nos vino muy bien porque nuestros perseguidores no pudieron pasar y tuvieron que orzar con lo que nos escapamos. En el vídeo se ve como un tripulante del barco se tira al agua segundos antes de que los arrollen. Al final no paso nada a nadie, ni siquiera al tipo que se tiró y al cual el mercante lo pasó literalmente por la quilla.
Fuente: Aberdeen Cowes Week.
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