Hace unos meses quedamos tres amigos para hacer una regatita entre Puerto Calero y Marina Rubicón con los J80. Eso sí, regatita en solitario. El J80 es un barco bastante manejable para navegar solo. Con unos truquillos y algo de anticipación se maneja, aunque dos brazos más no vendrían mal.
IKER MARTÍNEZ: “HAY QUE PONER TODO NUESTRO ESFUERZO PARA ESTAR DELANTE CUANDO
LLEGUEMOS A GALWAY”
Siete meses y 45.000 millas después, la Volvo
Ocean Race ha vuelto a Europa y lo hace con cambio de líder. El “Telefónica” ha
cedido el liderato que ostentaba desde el pasado mes de noviembre, pero el
primer puesto sigue a sólo tres puntos. Analizamos en profundidad, con Iker
Martínez, la séptima etapa y miramos al frente: dos etapas más y tres
costeras.
“Creo que estamos todos a un nivel
muy parecido y creo que todos tenemos opciones”. Fueron
sus palabras antes de salir de Miami y en Lisboa se ha confirmado que estaba en
lo cierto. ¿Cómo afrontaba su tripulación esta séptima etapa?
Antes de empezar la regata éramos conscientes de
que las cosas podían ir tanto bien como mal. Arrancamos de una manera
excepcionalmente buena y luego hubo un periodo en la que no han ido tan bien
como nos hubiese gustado… Saliendo de Miami estábamos donde pensábamos que
podríamos estar: en cabeza o cercanos a poder estar en cabeza y con opciones de
poder llegar a la última etapa pudiendo disputar la regata, que es y ha sido
nuestro objetivo desde el primer día.
En esta etapa tuvieron un visitante un
tanto inesperado: el huracán “Alberto”, ¿cómo fueron las condiciones a
bordo?
No fue un huracán como los que vemos en la
televisión o como los que la gente piensa que son. Tuvimos viento fuerte, pero
no demasiado. El caso es que queríamos aprovechar esa baja presión para poder
beneficiarnos de un cambio en los vientos y hacer una ruta más rápida, pero
luego la baja se desplazó hacia el Este muy rápido y en vez de beneficiarnos de
ese viento, nos atrapó. Fue un choque contra un muro en el cual todos caímos y
tuvimos que hacer unos rumbos que son relativamente lentos para estos barcos.
Acabamos en una situación meteorológica que no es la ideal y que a nadie le
gusta.
¿Cuál era la situación real una vez
pudieron salir de ahí?
Salimos bien de allí: el barco no había sufrido
mucho y la gente estaba bien. Empezamos un rumbo más de popa y mantuvimos una
una pelea bastante fuerte con “Groupama” para intentar liderar otra vez la
regata. La verdad es que nos fue muy bien y sobre el cuarto día de la regata
estábamos liderando la etapa con “Puma” más o menos cerca, “Abu Dhabi” como a 20
millas y el resto un poquito más rezagados. La etapa llegaba casi en su ecuador
y todo tenía muy buena pinta…
Y a mitad de etapa ocurrió lo que ustedes
no querían que sucediese… Un cambio repentino en la dirección del viento les
dejó en una delicada posición, ¿cómo les afecto éste?
La ruta que habíamos elegido todos y que parecía
la idónea dejó de serlo. Empezó a haber muy poco viento y la meteorología cambió
rápidamente, de manera que los barcos que estaban detrás tomaron otra ruta que
nosotros no pudimos porque no teníamos el viento que ellos tenían. Cuando por
fin pudimos cambiar el rumbo, ellos ya nos habían adelantado.
¿Es muy común que suceda eso en una
regata?
Ocurre una vez cada cien o cada mil. Los
ciclistas siempre van a rebufo los unos de los otros y es mejor ir atrás. En una
regata a vela casi siempre es mejor ir delante, por eso siempre peleamos desde
el primer minuto. En este caso los de detrás tuvieron cierta ventaja, la
aprovecharon y consiguieron rodearnos con más viento, más velocidad, pasarnos y
ponerse delante. Pero todavía faltaba mucha etapa y éramos conscientes de que
podíamos ir para adelante.
Para encarar las últimas 200 millas a
Lisboa tenían de nuevo que atravesar una zona de poco viento. Desde a bordo Xabi
Fernández decía que ese momento sería crucial de cara al resultado final de la
etapa…
La última parte de la etapa fue crucial. Habíamos
pasado las Azores, había que cruzar esa zona de poco viento y situarse en un
buen lugar. Todos los barcos en ese momento tenían opciones de ganar la etapa,
era cuestión de ver quién iba a sortear mejor esa zona de poco viento. Nosotros
fuimos el barco más al Sur. Tuvimos que hacer antes algunos rumbos más lentos y
más orzados, lo que a veces cuesta un poco, pero pensamos que era importante
estar en esa zona y cruzamos por donde queríamos cruzar. A posteriori vimos que
tuvimos una salida de la zona más lenta. Arrancamos y pensábamos que podíamos
pelear por la etapa y luego nos volvimos a quedar encalmados otras dos horas.
Eso fue lo que nos retrasó muchísimo contra los barcos del Norte, que cuando
salieron no tuvieron ese segundo parón y pudieron tener cada vez más viento y
alargar la distancia.
Hemos oído que prácticamente llegando a
la meta no sabían quién estaba delante…
En todas las etapas, cuando estamos a menos de
100 millas de la llegada, solemos tener partes de posiciones cada hora. En este
caso no fue así y sólo tuvimos partes cada tres horas. Cuando estábamos llegando
a la meta no sabíamos cuál era nuestra posición, ni si “Camper” estaba delante o
detrás, e incluso “Puma”. Justo antes de Lisboa tomamos una ruta un poquito más
larga, pero pensando que evitaríamos la zona de poco viento cercana a la ciudad
y funcionó bastante bien. Cuando estábamos llegando ya casi a la entrada del río
Tajo vimos que había un barco delante que tenía muy poco viento y no sabíamos
quién era. Empezamos a hacer los cambios de vela, a maniobrar y ya estábamos
paralelos. Fue cuando vimos que era el “Camper” y supusimos que “Puma” estaría
delante de él.
¿Ahí empezó su pelea por el cuarto
puesto?
Sí, las últimas tres o cuatro horas empezó
nuestra pelea para intentar ganar un puesto más. Luego vimos que “Puma” estaba
dos millas por delante, con lo cual también era factible poder recortar
distancias y alcanzarle, aunque tuvo un poquito más de viento y consiguió entrar
por el río sin ningún problema, mientras a nosotros nos fue cogiendo la calma
poco a poco y la corriente en contra. Ahí vimos que lo que podíamos hacer era
pelear con “Camper” por intentar hacer un cuarto puesto e intentar minimizar así
la pérdida de puntos con “Groupama”.
¿Cómo se sintió al cruzar la línea de
llegada?
Estábamos contentos porque habíamos conseguido
ser cuartos y eso se traduce en cinco puntos muy importantes. Yo personalmente
estaba contento porque todo el mundo había peleado con todas sus fuerzas para
intentar hacer una buena etapa y al final habíamos conseguido ganar un puesto en
las últimas millas cuando podía haber ocurrido cualquier cosa. Por otro lado, el
sentimiento no era bueno a bordo: habíamos llegado cuartos y “Groupama” se ponía
delante en la general por tres puntos. Obviamente no es bueno perder el
liderato, pero al final lo que de verdad todos queremos es estar delante cuando
acabe la regata. Esto puede volver a dar la vuelta y podemos volver a estar ahí,
hay que poner todo nuestro esfuerzo para que podamos estar delante cuando
lleguemos a Galway.
¿Cómo se enfrenta el Team Telefónica a
las dos restantes etapas con esta nueva clasificación general en la que los tres
primeros clasificado están en un margen de sólo 12 puntos?
Creo que cualquiera de los cuatro primeros puede
llegar a ser el vencedor de la regata. Ahora va a ser una pelea mucho más
cerrada, las etapas van a ser más cortas y ahora sí que el barco contra barco va
a ser algo inevitable. Hay que seguir apretando a tope, los finales de regata
son muy importantes y creo que siempre se nos han dado bien los finales de
competición. Hay que sacar provecho de todo lo que tenemos y tirar hacia
delante. Nadie sabe lo que va a pasar pero hay que intentarlo y hay que
pelearlo.
Fuente: Team Telefónica